Escucha y aprende a conocer tu cuerpo, éste siempre te habla: te indica si tienes frío o calor, hambre, sed o alguna otra necesidad fisiológica. No lo ignores, pues al hacerlo, pueden manifestarse muchos malestares físicos que se convierten más tarde en enfermedades.
Checa tu salud anualmente
Al menos 1 vez al año, asiste a tu chequeo médico de salud (general, dental, ginecológico, etc). Recuerda que tu cuerpo es el vehículo que transporta tu ser, el que te ayuda a pensar, a disfrutar, el que carga con tu mal humor, con tus prisas y tus risas, con todo lo que tú eres.
Ámalo
Él es y será tú único, fiel y real compañero para toda tu existencia, préstale atención. Tu cuerpo, en todas sus partes y aspectos, te indicará cómo se encuentra. Escúchalo, considéralo, nútrelo, no sólo lo alimentes, atiéndelo, no sólo asees y lo cubras.
Respétalo
Repósalo, respétalo, dale un descanso. Tu cuerpo te ayuda a trabajar, él sabe de tus errores y de tus amores.
Estímalo, ámalo y correspóndele como él lo ha hecho contigo.
De tí dependerá siempre su bienestar, y eso sólo estará en tus manos, las cuales también son parte de tu cuerpo.
A todo lo largo del año cuida tu salud integral y no abuses de tu cuerpo. Los descuidos y excesos conllevan graves riesgos de salud.