Los labios son una parte muy visible en tu cara, si no la primera. Con éstos sonríes y al hablar, la expresión y los movimientos de tu boca se definen.
La piel de los labios es muy delicada y constantemente se está
renovando por estar expuesta a la intemperie. Ya sea que utilices lápiz labial o no, humecta tus labios regularmente y protégelos del daño solar, polvo y contaminantes, .
Coloca unas gotas de aceite vegetal (jojoba, olivo, almendras) en tus dedos y da un delicado masaje a tus labios. Puedes usar también lanolina pura para una humectación más profunda y duradera, o mantequilla en una mínima cantidad. 
Cuidados para unos labios bellos e hidratados
- Si utilizas lápiz labial, desmaquilla tus labios antes de dormir con algún aceite vegetal (como jojoba, olivo, almendras).
- Huméctalos ya sea con barras de cacao, de cera de abeja, o protectores humectantes de labios (lip balm). Lee las etiquetas para que te cerciores de que son productos naturales sin químicos. Encontrarás barras de protección labial hechas con hierbas, miel y otros, en farmacias o tiendas naturistas. También puedes usar estas barras como humectante nocturno.
- Evita usar parafinas o aceites minerales, éstos quitan la humedad natural de la piel de tus labios.
- No te muerdas los labios, nunca desprendas el epitelio superficial de tus labios (arrancar el pellejo). Esto te podría provocar además de dolor, una infección severa.
- Los labios partidos pueden indicarte una deshidratación. Bebe líquidos (de 4 a 6 vasos de agua al día o té de tu preferencia) y ayuda a tus labios y todo tu cuerpo a hidratarse.
Presume unos labios perfectamente frescos y humectados, para sonreír, hablar y qué tal para besar.
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